Como es de suponerse, habrá una nutrida asistencia de participantes y de padres de familia provenientes de nuestras escuelas hermanas de toda la república, por lo que se espera una gran ambiente que girará alrededor del balón.
Pero independientemente de las pasiones que conlleva el futbol, hay que priorizar el aspecto formativo, el desarrollo de las virtudes que se quieren promover en la Copa, ya que aparte de la Fortaleza que indudablemente se ve en los futbolistas, el espíritu del torneo promueve la caballerosidad, la caridad, la amistad, la justicia...y no sólo en los que integran los equipos, sino en los padres de familia, quienes además de apoyar a sus hijos para que compitan en las mejores condiciones, también fomenten las virtudes mencionadas con el ejemplo.
La Copa Fortaleza también es un buen momento para que nuestros alumnos, como ya se señaló, trabajen la reciedumbre, la fortaleza de ánimo para sobrellevar las dificultades y superar nuestros límites dentro y fuera de la escuela. El mundo que vivimos, lo exige.